Calidad Organa
El 99% de la espirulina que existe en el mercado es industrial y su calidad se ve mermada por su forma de procesamiento. Por un lado, el proceso de homogeneización rompe las células y desnaturaliza la proteína. A continuación, la espirulina es pulverizada con un chorro de aire caliente a 210 °C en un proceso conocido como secado por aspersión. Este procesamiento provoca que las vitaminas y otras sustancias beneficiosas para el organismo puedan desaparecer o incluso llegar a transformarse en elementos nocivos para el organismo como ocurre con los ácidos grasos omega que se transforman en ácidos grasos trans.
Además, en diferentes análisis, la espirulina de importación a menudo viene cargada de metales pesados y cianotoxinas, y por si fuera poco, a menudo extraen parte de los principios activos de la espirulina, para revenderlos por separado… (enlace red espirulina)
Frente a esta producción industrial ofrecida a precios muy bajos en Organa nos diferenciamos en cuatro pilares principales a los que llamamos el COMPROMISO ORGANA
Compromiso Organa
Método productivo:
- Cultivamos bajo invernadero, protegido del viento, la arena, insectos y otros animales.
- Cultivamos con malla de sombreado: aumenta la calidad del producto y reduce el consumo de agua.
- Ofrecemos producto fresco y esto sólo es posible cuando las condiciones de higiene son óptimas.
- Deshidratamos a baja temperatura (<40ºC) a través de un proceso artesanal.
- Recogemos a primera hora de la mañana: cuando la espirulina presenta un mayor porcentaje en proteína.
- Hecho con amor: establecemos un vínculo con la espirulina, conversamos y meditamos a su lado.
Economía circular:
- Granja autosostenible a nivel energético: con energía 100% autoproducida y renovable.
- Todos los envases son 100% compostables y biodegradables a partir de materias primas renovables.
- El agua del cultivo se vuelve a introducir en la balsa, reduciendo aún más el consumo de este bien escaso.
Normativas europeas:
- Organa cumple con los más altos estándares de calidad.
- Análisis microbiológicos y de metales pesados conforme a la Norma Europea.
Venta directa:
- Los elevados costes de producción no nos permiten entrar en la cadena de distribución larga.
- Es un orgullo decir que conocemos prácticamente a todos nuestros clientes para así poderles ofrecer un acompañamiento hecho a medida.
¿Te animas a formar parte de la comunidad?
Organa's Team
Joan Solé
El culpable de todo
Omnipresente y omniabsente a la vez, es la persona que más ama la espirulina.
Es quien dirige la gran orquesta de Organa. Investiga, estudia y trabaja para que la espirulina sea artesanal, sostenible, de máxima calidad y que todo el mundo pueda disfrutarla. También está implicado en garantizar la soberanía en la alimentación local y global.
Eva Colom
Ella es la que pacientemente te explicará una y otra vez qué es la espirulina, para qué sirve y cómo tomarla.
Incluso si le pides, te hará una visita guiada.
Tiene suficiente paciencia para recordarte cada semana si necesitas espirulina, como la madre que pregunta sin cansarse si necesitas más.
Joel Alonso
Es quien se levanta a las 5 de la mañana para que tengas la espirulina de la máxima calidad.
Cuida y mima la espirulina como si fuera de la propia familia.
Como triatleta, Iron-man y ultrafondista, es el ejemplo de los frutos de la espirulina en el deporte (aunque seguramente también tiene que ver su genética).
Ariadna Serra
La que te dice lo buena que es la espirulina pero que no te lo curará todo.
Ella es la que te aconsejará y te acompañará en cualquier consulta sobre salud, la que organiza los retos saludables para que te pongas en forma y la que te inspira con fáciles recetas para que puedas incluir la espirulina en tu vida .
La revolución verdiblava
En Organa Espirulina nos gustó practicar lo que llamamos la revolución verdiblava.
En el sector primario en los años 60 se produjo lo que se conoce como la revolución verde, donde gracias al uso de tecnología avanzada y también al uso indiscriminado de productos químicos se logró aumentar de forma espectacular la producción global de alimentos.
Sin embargo este aumento sin precedente en la historia de la humanidad de la producción de alimentos provocó unos terribles efectos secundarios: contaminación de muchos acuíferos (¿puedes recordar una fuente de agua potable de hace treinta años y su estado actual?) , la pérdida de la diversidad genética, o la eutrofización de los ríos, lagunas y deltas.
Por eso en Organa reconstruimos el concepto y en la revolución verde añadimos el color azul; por un lado queremos añadir el azul de planeta Tierra, porque la generación de los alimentos que nos comemos debe tener en cuenta el planeta en el que vivimos. Y por otro lado, hacemos un juego de palabras con los pigmentos dominantes en la espirulina: el azul, procedente de la ficocianina, y el verde, procedente de la clorofila.
Así pues, proponemos una revolución doble, en la que además de continuar aumentando la eficiencia en la producción de alimentos, también se tenga en cuenta el equilibrio natural de los lugares allí donde se producen los alimentos.
¿Te apuntas a la revolución verdiblava?